Hace no mucho tiempo, julio y agosto eran los meses de los torneos veraniegos. Una época en la que la mayoría de los aficionados/as estaban descansando de una dura temporada futbolística y se preparaban para la siguiente, desconectando en el mar o en la montaña, dependiendo de los gustos y preferencias de cada uno/a.
Actualmente la historia ha cambiado bastante. Los grandes equipos han sido seducidos por territorios en los que el fútbol no es el deporte más practicado y desde hace unos años ya, peregrinan a países de Asia o América donde obtienen grandes sumas de dinero para mejorar sus presupuestos. Y de paso “evangelizar” unos cuantos adeptos más a su causa futbolística.
Atrás quedaron aquellos trofeos “Teresa Herrera” en los que el Real Madrid de Di Stefano, el Atlético de Madrid del “doblete”, el FC Barcelona de Cruyff, el Dinamo de Kiev del gran Oleh Blokhín, el Boca Juniors de Bianchi, el fantástico AC Milan de Ancelotti, etc. ofrecían vistosos e intensos encuentros a los aficionados/as, contra el Deportivo de La Coruña como anfitrión y máximo rival a batir siempre.
Y no solo en España se veían grandes torneos veraniegos de fútbol. En cualquier país europeo o sudamericano en el que el fútbol fuese el deporte nacional, se disputaban grandes torneos con equipos de primer nivel. Pero de todos ellos, mi preferido era sin duda el “Trofeo Birra Moretti”, que se jugaba en Italia.
Este torneo veraniego que empezó a disputarse a finales de los 90’s (1997) despertaba siempre mucho interés a todo el que se detenía a verlo un momento. No por su forma de organizarse, ya que esta no era muy diferente a otros torneos veraniegos: 3 equipos que se enfrentaban entre sí en partidos de 45 minutos de duración. El que ganaba se llevaba 3 puntos y el que perdía 0. En caso de empate, la suerte se dirimía en los lanzamientos de penalti, otorgando esta vez solo 2 puntos al equipo ganador y 1 al perdedor.
Lo que hacía especial a este torneo eran pequeños detalles o innovaciones futbolísticas que despertaban la curiosidad de la gente y destacaban del resto de competiciones veraniegas. Por ejemplo, los partidos duraban 45 minutos, pero no se jugaban seguidos. Había dos partes de 22 minutos y medio de juego en el que cada equipo sacaba una vez del centro del campo, como en los partidos reales a 90 minutos. El motivo era sobretodo, que los intermedios de estos partidos estaban destinados a la publicidad y difusión de la marca de cerveza que daba nombre a este peculiar torneo “Birra Moretti”. Aprovechaban los parones para interactuar con los aficionados y a través de pequeños juegos futbolísticos regalar premios relacionados con su marca de cerveza y de paso conocer a alguno de los futbolistas de los prestigiosos equipos que disputaban siempre este vistoso campeonato.
Pero esto era solo la punta del iceberg, lo mejor estaba aún por llegar. Y es que lo que sin duda me hacía a mi estar pegado al televisor eran los “penaltis a la americana”. En caso de empate, los equipos debían lanzar tres penaltis cada uno para ver quien se hacía con la victoria final del partido, pero estos lanzamientos no eran 3 lanzamientos comunes. En el “Trofeo Birra Moretti” los penaltis se lanzaban en movimiento, es decir, el jugador tenía 6 segundos para lanzar su penalti disputando un uno contra uno frente al portero del equipo rival. Era muy emocionante y novedoso ver este tipo de penas máximas, ya que esta forma de lanzarlas no era nada frecuente en Europa. Y de ahí su nombre “penaltis a la americana” o «shootout«, ya que fue la MLS (Mayor League Soccer) a mediados de los 70’s (cuando aún era North American Soccer League) la que introdujo este tipo de lanzamientos en una competición oficial. En caso de empate en un partido, los dos equipos debían lanzar cinco penaltis de este estilo (shootoout) para desempatar, de esta forma se le otorgaba 1 punto extra al ganador de la contienda final. Esta idea no cuajó demasiado y se abandonó dicha fórmula a principio de los 80’s. Volvieron a intentarlo de nuevo a mediados de los 90’s, pero tampoco tuvieron demasiado éxito y la idea acabó por desestimarse en el año 2000. He de decir, que a los americanos/as les parecía interesante al principio ver lanzar este tipo de penas máximas, ya que eran muy parecidas a las que se ejecutaban en uno de los deportes nacionales del país, el hockey sobre hielo.
Pero volviendo al “Trofeo Birra Moretti”, este no es el único “invento” que se sacaron de la chistera sus organizadores para hacer este torneo especial. En distintas ediciones del mismo, fueron introduciendo reglas nuevas en la disputa de los partidos, como por ejemplo el lanzamiento de esquina más corto, la posibilidad de que los jugadores pudieran sobrepasar la línea de banda sin el balón o la eliminación de los fueras de juego hasta los últimos 16 metros del campo contrario. Todas estas “innovaciones” hacían de esta competición algo especial y sobretodo divertido de ver.
Por desgracia, este torneo solo duró 12 ediciones, hasta 2008 y no ha vuelto a disputarse desde entonces. Pero para que nadie piense que el “Trofeo Birra Moretti” era un torneo veraniego menor, solo hay que ver los participantes y ganadores del mismo en sus doce ediciones. La Juventus de Turín y el Inter de Milan son los equipos que más veces han participado (11 ediciones) en este trofeo y que más veces lo han ganado también. 6 los bianconeros por 3 de los neraazzurris. Napoli y Udinese son los siguientes con más participaciones en el torneo y además consiguieron ganarlo también en una ocasión cada uno.
Como anécdota cabe señalar también, que este trofeo era conocido vulgarmente por los aficionados/as como el “Torneo de Bari”, debido a que la ciudad del sur de Italia fue sede del torneo en cinco de sus doce ediciones. Aunque es curioso que el equipo de dicha ciudad solo disputase el torneo en una sola ocasión.
Sin duda los torneos de verano alegraban y daban color a esta época de fútbol no competitivo. Además eran un buena manera de poder ver a los mejores equipos disputar estos partidos entre sí y poder ver por primera vez a los nuevos fichajes adaptarse al juego del equipo y conocerse en el campo con sus compañeros. Y eran también trofeos que siempre deparaban sorpresas, en el sentido de que equipos más pequeños se imponían a otros más grandes en algunas ocasiones. Por lo que las aficiones de estos equipos a priori menores se llevaban una alegría, a la cual no estaban demasiado acostumbradas.
El “Trofeo Birra Moretti” era un torneo especial. Por sus peculiares innovaciones futbolísticas tan atípicas, por sus intermedios en los partidos, por su ambiente entre las aficiones de los equipos más grandes de Italia. Pero sobre todo por sus lanzamientos de penalti “a la americana”. Esos lanzamientos que me dejaron prendado cuando los vi por primera vez y que consiguieron que me hiciese fan de este torneo, que como tantas otras cosas, fue engullido por la globalización del fútbol, el marketing despiadado y la nueva era de este deporte que no sabemos hasta dónde llegará, pero que seguramente seguirá sorprendiéndonos en el futuro. Sea como fuera, quede en el recuerdo este gran torneo veraniego y esos increíbles lanzamientos de penalti. Viva il Trofeo Birra Moretti.
Manel Torrejón Perea (@manelcandeu)